La palabra “renacer” significa volver a nacer o iniciar algo desde cero, y este concepto se refleja en diversos aspectos: personales, espirituales, profesionales, entre otros. En el barrio Miranda, más precisamente en la Calle 80A, entre las carreras 51B y 51C, se experimentó un verdadero renacer comunitario, con el propósito de devolverle la identidad a un espacio del que todos pudieran sentirse orgullosos.
Este proyecto fue posible gracias a la colaboración de distintos actores del barrio, motivados por la falta de espacios recreativos y deportivos para los habitantes. La Junta de Acción Comunal, empresarios locales, la parroquia y organizaciones sociales se unieron con un objetivo común: recuperar una calle para el disfrute y beneficio de todos.
Así era
Después de los efectos de la pandemia, los habitantes de Miranda veían con preocupación cómo la cuadra, que alguna vez fue el único espacio deportivo de la zona, se transformaba en parqueadero, taller mecánico y refugio para habitantes de calle, situación que generaba inseguridad y zozobra en los residentes y visitantes. Fue esta inquietud lo que motivó el renacer de este lugar, que hoy luce lleno de vida.
Manos a la obra
Trabajos de pintura, jardinería, soldadura para construir unas porterías de futbol, y más, fueron las acciones que durante meses este grupo de personas realizaron para cambiarle la cara a esta calle y sus alrededores.
Doris Yamile Ferreira, presidenta de la Junta de Acción comunal de Miranda y una de las líderes de esta renovación resaltó que lo primordial era poder contar en el barrio con un escenario deportivo y cultural. Y aseguró que este trabajo no se quedará solo en esta cuadra, sino que están esforzándose por recuperar otros sitios del barrio.
“Cuando celebrábamos el Día de la Familia, el Día del Adulto Mayor o el Día del Niño, no teníamos un lugar adecuado. En esta zona solo había basura, carros abandonados, talleres y habitantes de la calle. Ahora, esperamos tener un espacio recreativo, donde los niños puedan alejarse de los malos caminos y crecer cada día”, expresó Doris.
Hoy, la Calle Renacer, como fue nombrada por los líderes de la iniciativa, muestra un nuevo rostro: murales espectaculares que dan vida a un espacio deportivo para niños, jóvenes y adultos; una jardinería renovada que llena de color el lugar; y una infraestructura mejorada que invita a todos a disfrutar de un ambiente revitalizado. Este escenario no solo ofrece un espacio recreativo, sino también un punto de encuentro que promueve la integración y el sentido de pertenencia.
“Cuando veo a estos jóvenes jugando, lejos de los peligros de las calles, de las drogas siento la alegría de saber, que cuando se une la comunidad, las cosas se transforman en oportunidades maravillosas. El objetivo es crear mejores espacios, un renacer de nuestra comunidad para saber que los espacios públicos son espacios para crecer”, manifestó Jorge Villalobos, párroco de Cristo Sacerdote, quien apoyó esta iniciativa.
Empresarios comprometidos
Miranda es un barrio que cuenta con dinámicas industriales y talleres que se asentaron en el territorio. Sin embargo, estas empresas no son ajenas a la necesidad de convivir en armonía y de aportar para convertir esta zona en un espacio seguro.
Los empresarios del sector fueron aliados clave en el proyecto de la Calle Renacer. Gracias a sus aportes y esfuerzos, se logró sacar adelante este proyecto, transmitiendo un mensaje claro: la unión hace la fuerza.
“Como empresario, creo que todos debemos contribuir al bienestar del barrio. A veces usamos los espacios de los barrios de forma inadecuada. Hay algunos que estorban y otros que se benefician. Todos podemos aportar, pensando en las futuras generaciones, los niños del barrio. Con esta iniciativa, estamos sembrando una semilla para ellos”, expresó Ferney Henao, representante del comité empresarial de Miranda.
Esperanza de conservación
La comunidad ha recibido este espacio con gran entusiasmo, reconociendo la importancia de que las nuevas generaciones cuiden y valoren el trabajo que se comienza.
Para Dalila Vélez Botero, líder de un grupo de la tercera edad, este es el comienzo de un verdadero renacer. “Llevo nueve años en el barrio y espero que los niños aprendan a cuidar este espacio y que todos los vecinos ayuden a preservarlo. Antes, había inseguridad; hoy se percibe tranquilidad”, comentó.
Así mismo, Dony Macdonal Henao afirmó que el cambio fue del 200%. Recordó que, en años anteriores, este espacio era una cancha utilizada para numerosos torneos de fútbol, pero que, de un momento a otro, se transformó en un parqueadero y un lugar asociado al consumo de drogas.
“Con estas acciones logramos que los jóvenes se alejen de la drogadicción. Necesitamos más espacios como este para que ellos se involucren en el deporte y no en ese mundo. Gracias a esta transformación, ya no estarán parados en una esquina esperando para hacer cosas malas, sino que podrán venir a practicar deporte a la hora que deseen. En realidad, esto sí es un renacer”, expresó Henao.
Los líderes de Miranda tienen como objetivo seguir recuperando espacios para la comunidad, como el parque y la zona de las escaleras, actualmente afectada por la acumulación de basura. Con esfuerzo y compromiso, el barrio Miranda sigue escribiendo su historia de renacimiento y esperanza.