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jueves, diciembre 5 , 2024

Actualidad de Medellín y la Comuna 4 - Aranjuez

Periódico la pupila

Proteger la niñez: una responsabilidad colectiva y social 

La educación es fundamental para reconocer las violencias y lograr que en los hogares se activen alertas tempranas.

Un cuento de terror 

El 19 de septiembre comenzó la búsqueda de Sofía Delgado, una niña de 12 años desaparecida en el Valle del Cauca. Lamentablemente, fue encontrada sin vida y con signos de violencia sexual cerca de su hogar el 17 de octubre. Las autoridades confirmaron que el responsable de este feminicidio es Brayan Campo, un vecino de la familia. 

Dos días después de este trágico suceso se reportó la desaparición de Alexis Delgado, un niño de dos años, en San Cayetano, Cundinamarca. Desafortunadamente, también fue hallado sin vida y con señales de haber sido violentado física y sexualmente. Su tío político, Carlos Herrán, es el principal sospechoso. 

En menos de una semana, dos familias lloran la pérdida de sus niños, cuyos sueños, sonrisas y ganas de jugar y aprender han sido apagados. 

No importa el territorio 

A pesar de que estos casos ocurrieron a kilómetros de Medellín, es claro que la violencia contra los menores no conoce fronteras. Según la Procuraduría, la situación de los menores es alarmante, la ciudad ocupa el segundo lugar a nivel nacional en casos de violencia contra Niñas, Niños y Adolescentes (NNA). 

Dora Saldarriaga, abogada y ex concejala de Medellín, señala: “Acá el cuidado de la niñez sigue siendo muy precario. Hay más ruido político que acciones concretas que garanticen una vida libre de violencias a los NNA. Aún no existen programas integrales que aborden la protección, nutrición y bienestar, ni escuelas adecuadamente acondicionadas”. 

Ante esta situación, Evelyn Palacio, estudiante de Ciencias Políticas, agrega: “Se requieren círculos de cuidado que realmente se dediquen a los niños, y que vayan más allá de la escuela o el programa Buen Comienzo, abarcando lo económico, cultural y social, para reducir la violencia contra la niñez”. 

Luz Estella Londoño, integrante del colectivo de mujeres de la Comuna 4, expresa su preocupación por la soledad en la que se encuentran los menores en Aranjuez: “Los adultos debemos comprometernos a no dejarlos a la deriva. Veo a niños de 9 o 10 años, o incluso menores, que carecen de acompañamiento familiar y que salen y entran a casa a la hora que quieren. Esto es alarmante, ya que los expone a mayores riesgos”. 

Así mismo, Yuliana Aguirre, habitante de Campo Valdés y activista por los derechos de la niñez, añade: “La alta permanencia de menores en la calle, los hace más vulnerables a ser víctimas de cualquier tipo de violencia, especialmente de abusos sexuales y reclutamiento por parte de grupos armados”. 

Comunidades cuidadoras 

Garantizar una vida libre de violencias para los menores, no solo es un deber ético, sino también una responsabilidad de todos, tal como lo establece la Ley 1098 de 2006, Código de Infancia y Adolescencia. Por ello, es fundamental implementar estrategias que protejan a los niños y promuevan territorios seguros para ellos. 

Evelyn enfatiza: “Necesitamos educar a los adultos sobre el reconocimiento de las vulneraciones, para que, desde el hogar, comprendan qué es una violencia y cuándo los niños y niñas están siendo víctimas de ella”. Además, resalta la importancia de enseñar a los menores a no quedarse callados y a comunicar todo lo que les sucede, facilitando así su protección. 

Escucharlos 

Es fundamental establecer un diálogo constante con los niños y niñas, escuchar sus inquietudes y enseñarles a diferenciar entre lo correcto y lo incorrecto. Además, es importante creerles a los menores cuando expresan sentirse inseguros en ciertos lugares o con determinadas personas. 

Por otra parte, es necesario advertirles de manera continua sobre los peligros, para que desde temprana edad puedan desarrollar habilidades de autocuidado y generar conciencia colectiva para identificar situaciones de riesgo. 

Desde la Alcaldía de Medellín se reconoce el riesgo que enfrentan los niños y se trabaja en su protección, dando continuidad al programa Buen Comienzo para la primera infancia. Además, el proyecto de Promoción de Derechos y Prevención de Vulneraciones acompaña a los niños de manera integral, fortaleciendo sus capacidades y conocimientos. 

Asimismo, en articulación con la policía y su unidad de infancia y adolescencia, se realizan operaciones en lugares donde se reportan denuncias de explotación infantil. Esto tiene como objetivo tanto la captura de los responsables como la atención integral a las víctimas a través del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar. 

¡Denuncie! 

Proteger la vida de los niños y niñas es una responsabilidad de todos. Desde La Pupila, hacemos un llamado a la sociedad a unirse para garantizar una ciudad segura para ellos. Si usted tiene conocimiento de algún caso de violencia, puede denunciarlo en la línea 141 o acuda a las autoridades más cercanas. 

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