El fútbol femenino ha ganado terreno en los últimos años, brindando a muchas mujeres la oportunidad de seguir sus sueños en un deporte históricamente dominado por hombres. En la Comuna 4, se han generado espacios que promueven esta práctica, transformándola en una herramienta social que contribuye a la igualdad en el acceso a programas de recreación y actividad física para todos.
En Medellín, existen clubes femeninos de gran reconocimiento, como formas Intimas, Las Diez Futbol Club, Diosas futbol Club, Cubi Futbol Club, que, con varios años de trayectoria, han impulsado a deportistas que han llegado a la Selección Colombia, proyectando el fútbol como un estilo de vida.
Gracias al apoyo del Inder y otras organizaciones, han surgido varios clubes que permiten a niñas, jóvenes y adultas desarrollar habilidades deportivas, así como valores como la disciplina, el trabajo en equipo y la resiliencia.
Margarita María Martínez Betancur, pionera del fútbol femenino en Colombia desde la década de los 70, afirma que: “El fútbol femenino ha crecido mucho en la ciudad, especialmente en las comunas, con el impulso que se dio desde el Mundial Sub-20 y el desarrollo de categorías Sub-14, lo que fortalece el trabajo de base y promueve aún más el deporte entre las mujeres”.
Este deporte no solo abre puertas a las jóvenes, sino que también tiene un impacto positivo en su autoestima y habilidades sociales, convirtiéndose en un espacio seguro donde pueden expresarse, mejorar sus capacidades y establecer relaciones de amistad y confianza.
Un ejemplo sin barreras
“Fútbol femenino sin barreras” es la filosofía de la Fundación Balbo, con sede en el barrio la Piñuela, quienes comenzaron con la idea de integrar a las madres de los chicos del club deportivo. Así, formaron un equipo femenino, compuesto mayoritariamente por mujeres adultas, que ven en el deporte una forma de diversión y una oportunidad para salir de sus rutinas.
Este equipo cuenta con alrededor de 18 integrantes, quienes, los lunes, miércoles y viernes por la noche, dejan de lado sus tareas del hogar para compartir tiempo de calidad entre amigas y con “la pecosa” como cariñosamente el llaman al balón.
Una de ellas es María Quintero Figueroa, quien, desde su barrio San Isidro, asiste a los entrenamientos motivada por la idea de formar un equipo de mamás. Fue la primera en aceptar la invitación del club, a pesar de que en su juventud prefería el voleibol, nunca tuvo la oportunidad de practicarlo.
“Llevo un año entrenando y he visto que muchas mamás quieren jugar, pero el rol de mamá, estudiante, esposa no siempre lo permite. Aun así, aquí estamos. Es una hora y media para desestresarnos, salir del rol de cocina, de casa, y simplemente ser nosotras mismas”, relata María con entusiasmo.
En este club deportivo, todas comparten el objetivo de encontrar un espacio para ellas mismas, practicando algo que les apasiona. Con el acompañamiento de los técnicos, han encontrado apoyo para crecer tanto en lo personal como en lo deportivo, superando situaciones difíciles de su día a día.
Crecimiento femenino
En palabras de Margarita, el fútbol femenino ha avanzado mucho, pero aún falta mayor promoción, la creación de clubes con reconocimiento deportivo que puedan competir en ligas y torneos, así como un trabajo coordinado con líderes comunales para impulsar este sueño.
Otros equipos femeninos en la Comuna son el Club Deportivo Enseñanzas Futuras, Club Casa Colón, Prodigios Fútbol Club y el Club Deportes Antioquia (quienes apenas están comenzando), los cuales brindan a niñas y jóvenes espacios deportivos y competitivos en diferentes categorías.
Rosa Esther Morales López, de 16 años y parte del Club Casa Colón, lleva 14 años practicando este deporte. Para ella, el fútbol femenino es fundamental, ya que le ayuda a superar obstáculos y a desarrollar carácter.
“Aún hay machismo en el deporte, te dicen cosas, pero en lugar de responder, lo mejor es demostrar que sí puedes en la cancha. Además, cuando entras al campo de juego, te olvidas de todo. Jugar me inspira, me demuestra que puedo lograrlo y me motiva a perseguir mis sueños”, afirma Rosa.
“Al futbol profesional se puede llegar con disciplina, compromiso y mucho talento. Eso es lo más importante, si se tiene disciplina lo demás llega solo”, concluyó Margarita.