Son pocos en el ámbito del servicio comunitario de Medellín que no conocen a Doncella García, presidenta de la Junta de Acción Comunal del barrio Palermo. Originaria de Puerto Nuevo, vivió una adolescencia rebelde. Estudió primero en el colegio José Eusebio Caro, luego pasó al Agustiniano y finalmente en el año 2000 recibió su diploma en el Liceo Gilberto Alzate Avendaño.
Una juventud llena de retos
Tras finalizar sus estudios, enfrentó una difícil realidad: había dejado de ser una joven estudiante para asumir nuevas responsabilidades. La muerte de su padre en 1995 la llevó a tomar el rol de hermano mayor y principal sostén del hogar, conformado por su madre y tres hermanos menores.
“Desde entonces me convertí en el hermano mayor, el papá de la casa y el gay de la familia”, relata con sinceridad. Y agrega: “Tenía que ponerme a hacer algo. La situación en la casa era dura”.
Entre 2000 y 2015, se dedicó de lleno al oficio de la peluquería, optando por un estilo personal con largas trenzas que caen sobre sus hombros. Sobre sus inicios en esta profesión comenta: “Tuve la oportunidad de conocer a Jhon Jairo Duran y Dariel Ángel Gil, dos peluqueros famosos de San Isidro. Con ellos aprendí durante años, todo lo relacionado con este arte”.
Momentos de pérdida y crecimiento
Los dos momentos más duros que ha enfrentado según ella, fue haber perdido a dos de sus hermanos, David Stiven, quien muere el 17 de mayo del 2006 y Jhon Wilfer García, quien fallece el 25 de diciembre del 2007.
La partida de ellos llenó de fuerza a Doncella y en los años siguientes se decide a hacer parte de la Mesa Diversa de la Comuna 2 y otros procesos donde confluyen personas con orientación sexual diversa.
“En la Mesa Diversa conozco el Fondo Mundial de la Organización Panamericana de la Salud y con ellos me capacité para la promoción y prevención del VIH, la tuberculosis, la malaria y la sífilis. Allí me doy a conocer a nivel de ciudad y tuve un grupo a cargo”, comenta.
“Este trabajo me permitió darme cuenta de que lo mío era el servicio comunitario”, asegura Doncella, quien además se capacitó en liderazgo y estudió el programa de Gestión Comunitaria en el Colegio Mayor de Antioquia.
Transformando Palermo
Continuó su liderazgo haciendo parte de grupos y espacios de participación. Con el tiempo se hace dignataria de Asocomunal, cargo que le permitió obtener reconocimiento social y postularse para ser presidenta de la Junta de Acción Comunal del barrio Palermo.
Sobre su inicio de labores afirmó “Encontramos una JAC sin enseres ni servicios públicos, además con deudas enormes. Pero conjuntamente todo el equipo de trabajo que fue elegido por la comunidad nos propusimos sacar adelante esta casa, y así lo hemos hecho, los esfuerzos han sido fructíferos”.
Transformando vidas, construyendo futuro
Uno de sus mayores retos es posicionar la Junta de Acción Comunal de su barrio como un referente de liderazgo y compromiso social, llevando beneficios a la comunidad. Sueña con convertir el segundo piso de la sede comunal en un auditorio donde la comunidad pueda disfrutar de eventos culturales, talleres y proyecciones cinematográficas.
Doncella García es mucho más que una lideresa comunitaria: es un ejemplo vivo de resiliencia, amor por el servicio social y compromiso con el bienestar colectivo. Su historia inspira a quienes la rodean, recordándoles que, incluso ante las mayores adversidades, siempre es posible reconstruir, soñar y avanzar.
La continuidad de iniciativas como la rumba aeróbica, la iniciación deportiva, Buen Comienzo y el apoyo a madres gestantes y lactantes son prueba de su incansable dedicación. “Estas iniciativas nos han traído satisfacciones, y como lideresa quiero continuar aportando a la comunidad y salir el próximo año con la cabeza en alto”, afirma.
La historia de Doncella no solo transforma el barrio Palermo, sino que deja huella en toda Medellín como un recordatorio de que el liderazgo comprometido puede cambiar el mundo.