Cuando se encienden las velas, un revoltijo de aromas invade toda la sala. La profesora Kelly Morales les pide a los niños que se acuesten y cierren sus ojos. La idea es una promesa: llevarlos a través de una meditación guiada por un universo natural en el que los pequeños puedan descargar sus emociones.
Meditación infantil
Antes de comenzar, los niños están inquietos. Ellos son vecinos del barrio Palermo, junto al Puente Madre Laura. Desde la sede provisional de la Fundación Donando para Ayudar se escucha cuando el Metro pasa y hay un largo sonido de agua provocado por el río Medellín. Los niños están ansiosos, así que cuando se acuestan y logran relajarse, el aroma de las velas y el silencio los aquietan con una sonrisa.
Algunos de los niños son Jean, Julianis, Mónica, Antonio, Miguel Ángel, Simón Alexis, Luciana y Oriana. En la meditación guiada, Kelly Morales, directora de la fundación, los lleva por jardines y otros lugares naturales. Al final del viaje, los niños se despiertan más tranquilos y pueden expresar con soltura lo que experimentan: alegría, euforia, tranquilidad, pero también tristeza.
Según Kelly, “los niños normalmente son hiperactivos, algo rebeldes, y eso está bien. Así que lo que buscamos es que comiencen a identificarse con la calma y la creatividad. De este modo y con actividades artísticas potenciamos la imaginación, el compartir y la convivencia entre ellos”.
Este programa de la Fundación Donando para Ayudar lleva por nombre Emoción-Arte, y está dirigido a niños entre los 6 y los 12 años.
Con Kelly está Estefanía Mesa. Ella es estudiante de Licenciatura en Educación Infantil y tiene como objetivo la atención de los niños. Su cariño por ellos es incondicional, los escucha, participa en sus travesuras y los consuela cuando están bajos de energía o tristes.
Años de fundación
Todo comenzó con el nacimiento de Jana Morales, la hija de Kelly. Para entonces, ella ya había adquirido un bagaje en el trabajo comunitario y decidió poner en marcha el deseo de abrir su propia fundación. Jana fue y es su inspiración. Así nace el 28 de septiembre de 2016 la Fundación Donando para Ayudar, en el barrio Palermo, una zona habitada por familias de escasos recursos.
Kelly recuerda que, para ese entonces, la idea de la fundación nació de un grupo de Facebook. Sus integrantes eran madres cabeza de hogar que compartían información para apoyarse.
“Comienzo a crear talleres, unos que hablan de amor propio, sobre salud mental, pautas de crianza, respeto, convivencia y herramientas y apoyo a madres gestantes”, afirma Kelly, quien añade que desde entonces se ha formado una cadena de colaboradores que pasó de siete mamás a más de cuarenta en pocos meses.
Desde entonces, la fundación participa en convocatorias y gran parte de sus recursos se obtiene gracias a donaciones y financiación de entidades como la Alcaldía y empresas privadas.
“Hemos estado en la Guajira llevando ayudas a tres comunidades Wayuu. En el Chocó ayudamos a conformar la primera biblioteca comunitaria con 1172 libros y hemos tenido la oportunidad de ser invitados a pueblos de Antioquia, entre otras cosas, con un programa de reparto de kits escolares. A esta actividad se suman talleres para la prevención del abuso sexual, con la presentación de títeres y recreacionistas”, puntualiza la fundadora.
Llega diciembre
Para fin de año, la Fundación reactiva dos de sus programas más importantes. El primero de ellos se llama Sonrisa al Barrio, en el que los integrantes de la fundación se disfrazan de personajes de Navidad y con mucha alegría llegan a diferentes partes para llevar diversión a los más pequeños.
El segundo programa tiene por nombre Apadrina una Carta, que consiste en que los niños escriben una carta pidiendo al Niño Dios un regalo especial. Cada una de estas cartas es apadrinada por una persona que tiene el objetivo de hacer realidad el deseo del niño o niña.
Apadrine la fundación
Si desea apadrinar o realizar algún tipo de donación, puede comunicarse al móvil 320 5046954 o contactarlos en Instagram: @Fundacion_donando_para_ayudar