En la I.E. Gilberto Alzate Avendaño donde las palabras se entrelazan al ritmo de versos improvisados, el pasado mes de noviembre se llevó a cabo la decimoctava versión del Festival de la Trova de la Comuna 4, un evento cultural emblemático apoyado por la comunidad a través de los recursos del Programa de Planeación Local y Presupuesto Participativo.
La trova, como un eco del alma antioqueña, volvió a brillar con fuerza y talento en cada rincón del festival. Allí se dieron cita 10 de los mejores trovadores del momento: Samuel Arteaga “El Gallo”, Daniel Martínez “Canelo”, Yhoan Ramírez “El Carnero“, Geurgen Upegui “Sinsonte”, John Jader Marín “Azabache”, Víctor Alfonso Rueda “El Pavo“, Cristian Peña “Pirolo”, Felipe Ospina “El Erizo”, Juan David Ruiz “Gallinazo“, y el género femenino tuvo como representante a Elizabeth Henao Múnera “La Chava”.
Lucha por la corona
Oscar Quintero Llano “Anchele”, organizador incansable del Festival, dio el inicio con el “trove, trove compañero”. La primera ronda estuvo marcada por la trova tradicional antioqueña y la trova dobleteada, en temas tanto libres como impuestos, que pusieron a prueba la creatividad de los participantes.
La segunda ronda y la semifinal aumentaron el nivel de exigencia, en ella se añadieron variaciones como la controversia; en la que cada trovador asumía posturas opuestas sobre un tema, además del ratoneo o temas de situaciones.
El punto más álgido de la competencia llegó con el enfrentamiento de los tres finalistas en la denominada “Ronda del Diablo”. Los tres trovadores se batieron en un duelo de versos que debió dirimir el jurado integrado por figuras destacadas como Alejandro Marín “Cocoliso”, Jovan Mejía “El Caballo” y Gustavo Ángel “Quini”. Ellos evaluaron la calidad de las trovas considerando aspectos como la coherencia, el desarrollo temático y el ingenio en las respuestas. El resultado fue el siguiente:
Rey: Juan David Ruiz “Gallinazo”
Virrey: Cristian Peña “Pirolo”
Príncipe: Felipe Ospina “El Erizo”
Tras recibir su premio, “Gallinazo” expresó emocionado: “Siento una alegría enorme y yo como siempre lo he dicho: todos los años, si Dios me da vida y salud y el destino lo permite, voy a seguir viniendo al Alzate a Trovar, porque me gusta y yo nací aquí como trovador y aquí me voy a morir trovando, estén los que estén, gane el que gane”.
Ecos del Festival
Oscar Quintero “Anchele”, coordinador artístico del evento y director del Semillero de Trovadores desde hace 20 años, se refirió a este evento afirmando: “Esta es la decimoctava versión del Festival de la Trova de la Comuna 4, donde vimos a los mejores trovadores de la Comuna, entre ellos reyes nacionales que han pasado por nuestra escuela. Es una apuesta cultural por la trova improvisada. Se hace aquí en la I.E. Gilberto Alzate Avendaño, considerada la cuna de los mejores trovadores de Colombia. Aquí tenemos esa magia, seguimos apostándole a la trova y cultivando esa semilla en los niños y jóvenes, y la vamos a seguir cultivando hasta que Dios nos dé vida”.
Por su parte, Elizabeth Henao Múnera “La Chava”, la única trovadora femenina, reflexionó sobre su participación: “En el gremio de la trova no se ven muchas mujeres. Aquí en Aranjuez, yo me siento especial porque soy la única trovadora. Antes, la trova era muy machista, pero ahora respetan más la presencia femenina. Esto es importante porque es un incentivo para que las niñas también troven”.
Sobre el festival ‘La Chava’ agregó: “Es importante porque es una tradición y no se puede morir, no se puede acabar. La trova nos permite improvisar y expresar lo que sentimos acompañados con el sonido de la música, del triple, de la organeta y hasta del acordeón que ya lo incluyeron, entonces con innovación en la trova, es imposible que muera”.
Así lo vivieron los asistentes
Oliverio Gómez Gómez exalumno de la I.E. Gilberto Alzate Avendaño, compartió: “Hemos visto grandes trovadores como Cocoliso, Pucheros y Minisigüí. Cada año la pasamos mejor gracias a personas como don Leonel Betancur anteriormente y ahora don Humberto Bermúdez, Anchele y toda la ‘gallada’ de muchachos de acá que han apoyado la trova”.
El público coincidió en que este evento es un ejemplo de cómo la institución fomenta el talento local, sembrando en los niños y jóvenes la pasión por la trova, cuyos frutos se reflejan en los trovadores que hoy brillan en escenarios nacionales.
Trova para la despedida
Para cerrar con broche de oro, “Gallinazo” dedicó esta trova a La Pupila, medio que ha acompañado fielmente el festival:
“Mil gracias por presentarnos,
buena trova se destila,
síganos acompañando
por acá por La Pupila”.