Previous slide
Next slide

miércoles, octubre 22 , 2025

Actualidad de Medellín y la Comuna 4 - Aranjuez

Periódico la pupila

Categoría:

Habitar un territorio

Una historia de liderazgo que empezó casi sin querer, empujada por la confianza de otros.

Mónica Mercedes García con sus 62 años y un optimismo terco, le baila a la vida, a las  “furrungas” como ella le  llama, con amigos en diciembre,y al recuerdo de su madre. Le baila, incluso, a la incertidumbre, porque ser lideresa de San José La Cima 2 en el barrio Manrique, no es un oficio sencillo, pero sí uno que ella ha sabido transformar en vocación.

Vive en el mismo lugar desde que tenía cuatro años, cuando su mamá compró un lote en el que entonces abundaba la hierba y el pasto, piedras incrustadas y caminos de herradura, como ella relata. De esa época, recuerda que la educación la recibió en una escuelita de nombre rimbombante: República de Barbados, y que a la Unidad de Vida Articulada – UVA, La Armonía antes le decían “la planta”.  Era allá donde los profesores de educación física los mandaban a correr, como si la loma fuera un gimnasio al aire libre.

Mientras sus hermanos se fueron de la casa familiar a buscar suerte por los lados de La Estrella, San Javier o Bello, Mónica decidió quedarse en el hogar donde fue criada por su mamá, cuidándola con amor y dotándola de vida, como quien ofrece una ofrenda. “Todavía le decimos la casa de mi mamita”, cuenta. Y es allí el epicentro de las reuniones de toda la familia.

En las noches, Mónica se asoma a su ventana y ve una UVA que brilla por su iluminación. “No tenemos que envidiarle nada a París”, dice entre risas, con esa mezcla de orgullo que nace del cariño auténtico al barrio que habita. Por su diseño arquitectónico e infraestructura, La UVA es toda una obra artística con su espejo de agua, un punto de encuentro, un símbolo en sí. Ella lo dice claro: “es una melodía para la vida”.

Y no exagera, por el contrario, se queda corta. Esta UVA se posiciona como punto neurálgico para el turismo, y de reivindicación de la vida comunitaria, pues allí se han tejido celebraciones, ferias de cultura, sancochos, dibujos que honran la memoria de mujeres como doña Rubiela, la de la mazamorra, y otros personajes reconocidos de la zona y que hoy reposan en el mural Constelaciones, un proyecto de la Alcaldía de Medellín para embellecer el barrio. Las imágenes están estampadas en las fachadas de las casas del sector, creando una gran galería a cielo abierto.

Las Unidades de Vida Articulada son espacios públicos pensados para eso que muchas veces se da por sentado: vivir en comunidad. Son plazas multifuncionales donde caben el juego, la lectura, el baile, el descanso, la cultura, el deporte y la conversación. Allí se mezclan libros y música; chorros de agua; actividades colectivas; niños y niñas; adultos y un pelotón de perritos de los alrededores.

La UVA La Armonía, donde Mónica ve el reflejo de su barrio y su historia, queda en el sector nororiental de Medellín, una zona que combina la belleza de las montañas con una historia de desplazamientos, organización barrial y transformación territorial. En este lado de la ciudad, las cosas no han sido fáciles, pero sí posibles.

Su historia de liderazgo empezó casi sin querer, empujada por la confianza de otros. Trabajaba en labores de limpieza en una casa cuando su jefe le dijo que debía trabajar desde lo comunitario para ver cambios reales en el territorio. “Uno en la vida tiene que ser político, mija. Si no, no se avanza”, recuerda Mónica las palabras de aquel hombre. Con miedo, aceptó ser vicepresidenta de la Junta de Acción Comunal de su barrio. Luego, por vueltas del destino y la renuncia del dirigente de ese entonces, quedó como presidenta. Y ahí sigue, desde 2010, sin relevo.

Desde su papel como presidenta de la Junta de Acción Comunal – JAC-, Mónica ha sido una especie de bisagra entre la comunidad, el Estado y las empresas como EPM. Sabe que los cambios no caen del cielo y que los contratos no llegan sin gestión. Sabe, también, que hay que gestionar la palabra, el recurso y la visibilidad. Y lo hace con la puntería de una arquera.

La UVA es también un punto de conexión entre la gestión institucional y el liderazgo comunitario. Desde la JAC, Mónica se ha convertido en una voz clave que propicia el diálogo. Sabe que los proyectos llegan cuando hay quien los entienda, los gestione y los haga valer. Por eso, valora la relación con EPM que, según cuenta, “siempre se ha acercado primero a los líderes, antes de intervenir o llegar con algún proyecto al territorio”.

Lo que la mueve no es el cargo ni el nombre, sino los resultados que se construyen en unión con sus vecinos. Ver una calle pavimentada, una baranda nueva, una señora que consigue trabajo porque ella abogó en busca de oportunidades. Eso le da sentido. Mónica lidera, barre la sede, organiza los papeles, hace llamadas, coordina reuniones, informa por WhatsApp, manda audios en cadena y, cuando toca, también reclama.

Ese trabajo conjunto se sintió con fuerza durante la emergencia en Granizal, tras el deslizamiento de tierra que, entre otras consecuencias, dejó a varias zonas sin agua, incluyendo a San José La Cima 2. Aunque la tragedia ocurrió barrio arriba, las necesidades se sintieron, también, abajo. “Nos quedamos ocho días sin una gota”, menciona Mónica, quien hizo lo que corresponde a una lideresa de su talante: coordinó con EPM, gestionó carrotanques, organizó los puntos de entrega y avisó a todos por distintos medios virtuales y presenciales días y horarios del servicio.

“Ellos (EPM) estuvieron muy pendientes”, dice. “Me llamaban los conductores, los de EPM, los del área social. Me mandaban fotos, me preguntaban si había llegado el agua, y yo les respondía. Todo fue comunicación constante.”, menciona Mónica, convencida de que la articulación humana y las conversaciones con las instituciones permiten avanzar.

Lideresas como ella, tejen barrio. Protegen lo común. Defienden la vida. Son gestoras entre lo técnico y lo humano, entre la administración pública y el sentido de pertenencia. Con las personas, el territorio cobra sentido, dignidad y memoria. Ese liderazgo que hace parte de la vida misma de Mónica es sostenido con su convicción y su arraigo por el lugar que siempre ha habitado.

Comparte la publicación:

publicidad

Espacio para impulsar tu marca

Más publicaciones

Ir al contenido